No hace ni una semana que hemos perdido a Manuel Ramón Alarcón Caracuel, una muy triste noticia, sin ninguna duda, ya que es una gran pérdida para todos aquellos que defendemos a la parte más débil en el complicado mundo de las relaciones laborales, es decir, a los trabajadores. No voy a decir que fuese amigo mío -no tuve esa suerte-, pero siempre disfrute de sus conferencias, de sus intervenciones en charlas y congresos -siempre brillantes y muchas veces cargadas de ironía-, y de la doctrina que impartió, dejando en negro sobre blanco no solo una prolífica obra magistral, sino además sus brillantes sentencias como magistrado del Tribunal Supremo.
Y sí tuve la suerte de que me dirigiese en el Master IDEC-UPF de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, en el que cada vez que recibía su carta de inicio de curso dirigida a los docentes me sentía absolutamente orgulloso de pertenecer a dicho equipo. O las veces, pocas, que en distancia corta y personalmente le pude transmitir mi desasosiego ante tanta, e injusta, reforma laboral.....
Su despedida en Sevilla, me comentaba Julia López, fue multitudinaria y, su adiós, al menos quedó suavizado por, sí, sí, el ascenso del Betis a primera, y por que tuvo conciencia que este país volvía a girar en las últimas elecciones municipales hacía la izquierda.
Me quedo con las despedidas, preciosas, de sus colegas, Eduardo Rojo, Jesús Cruz, Antonio Baylos, e incluso la de su Real Betis Balompié, pero muy especialmente con su colaboradora más cercana, Julia López, y su mensaje: hoy, aún con más fuerza si cabe, y en su honor y recuerdo, tenemos que seguir luchando por los derechos de los trabajadores. Hasta siempre, maestro!!
Manuel Ramón Alarcón, con el periódico, en la grada de Fondo de Heliópolis. Fuente: www.realbetisbalompie.es |
Un señor, un gran hombre, un trabajador, un gran jurista, un hombre que luchó por la libertad, un magnífico laboralista, descanse en paz
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