Se acaba de publicar en la web de la Organización Mundial de la Salud una nota de prensa que hace referencia a un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca del estado de los conocimientos científicos sobre las sustancias químicas que perturban la función endocrina (State of the Science of Endocrine Disrupting Chemicals) muchas sustancias químicas sintéticas cuyos efectos sobre el sistema hormonal todavía están por investigar podrían tener importantes repercusiones en la salud.
En el informe conjunto se pide que se siga investigando para entender plenamente las relaciones entre esos denominados perturbadores endocrinos (PE) —presentes en muchos productos domésticos e industriales— y determinadas enfermedades y trastornos. El informe señala que estudios más exhaustivos y mejores métodos analíticos podrían reducir el riesgo de enfermedad y generar ahorros considerables para la salud pública.
Al citado informe se puede acceder desde la propia web de la OMS , y de momento solo está disponible en inglés.
En nuestro país, el Doctor Nicolás Olea ya hace tiempo que viene advirtiendo de los peligros para la salud humana que pueden provocar los disruptores endocrinos (Endocrine Disrupting
Chemicals / EDCs), a los que define como "el conjunto de compuestos químicos que interaccionan con el sistema endocrino, sobre el que inducen efectos potencialmente debidos a su capacidad para:1) mimetizar la acción de las hormonas endógenas; 2) antagonizar la acción de las hormonas; 3) alterar su patrón de síntesis y metabolismo; o bien 4) modular los niveles de los receptores correspondientes". También añade el Doctor Olea que "el rango de compuestos químicos disruptores endocrinos es muy amplio y crece día a día, comprendiendo desde productos químicos sintetizados por el hombre hasta sustancias que se encuentran de manera natural en los alimentos".
En fin, parece que el "principio de precaución", que debería aplicarse ante la utilización masiva de nuevos y desconocidos productos químicos, tiende a perder la batalla contra la comercialización salvaje. Y aquellos que denuncían -que denunciamos- la proliferación de enfermedades endocrinas como la diabetes o el síndrome metabólico, o las de sensibilización del sistema central, o la proliferación de nuevas formas de cáncer, no acaban de ser escuchados....Esperemos que la OMS siga en el camino correcto.
Podéis obtener más información sobre los disruptores en la excelente web de Miguel Jara.
Autor: daviles. CC. flickr.com |
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